Un día en Belgrado

martes, 16 de agosto de 2011

el Danubio, Belgrado Esta noche he dormido como un lirón. Que grandes inventos la cama y el aire acondicionado. A las 9:30 estaba duchando y caminando por las calles de Belgrado camino de la fortaleza. He pasado por un solar donde estaba la biblioteca nacional de Serbia. En 1941 la ciudad fue bombardeada y el edificio quedó destrozado. Por algún motivo en lugar de reconstruirlo, después de la guerra, se decidió dejar el agujero, supongo que a modo de monumento. Hay una pancarta, escrita en inglés, con un texto bastante conmovedor sobre todo esto. Una vez en la fortaleza he estado viendo la colección de tanques, cañones, morteros y demás artilugios amorosos y admirando la estupenda vista sobre el Danubio y el Sava. He regresado al asfalto por Uzun Mirkova, la principal calle comercial y peatonal de Belgrado. Allí he desayunado un sándwich vegetal a toda prisa y he seguido cruzando todo el centro de la ciudad. He entrado en la Iglesia de San Marcos, un templo ortodoxo construido entre la primera y la segunda guerra mundial cuya principal peculiaridad es que no está completado. El interior tiene zonas decoradas con frescos y ornamentos y otras con el cemento a la vista. y de allí, directamente, al Museo Tesla (3€).

el Danubio, BelgradoBelgradoBelgrado

maqueta de la Torre Wardenclyffe. Museo Tesla, BelgradoNikola Tesla es el más grande inventor del siglo XX. No es este el lugar para describir lo que este hombre supuso (y podría haber supuesto si le hubieran dejado) para el desarrollo de nuestra tecnología. Pero voy a dar algunas pinceladas para aquellos que no estén familiarizados con él. Tesla inventó la corriente alterna (la que usamos hoy en día) y la radio (si, ya, todos sabemos que la radio la inventó Marconi. Pues es mentira, Tesla la inventó primero). Diseñó la primera central hidroeléctrica en las cataratas del Niágara y, en mi opinión lo más increíble, comenzó a construir una torre, en Long Island (EEUU) que pretendía ser el principio del “World System”. La idea era construir torres similares alrededor del mundo que estarían interconectadas (sin cables) para la transferencia instantánea de telégrafos, información secreta entre gobiernos o embajadas, noticias, cartas, cheques bancarios, fotografías y discos de música. También servirían para mantener un reloj universal de alta precisión y establecer un sistema de navegación marítima que permitiera dirigir un barco sin brújula. O sea, internet y GPS en uno. Lamentablemente Tesla no encontró el modo de que todos estos servicios, una vez llegara a funcionar el invento, pudieran ser cobrados. Así que el promotor le cerró el grifo y la primera torre nunca llegó a terminarse. De hecho en la primera guerra mundial se destruyó bajo la excusa de que la estaban usando espías alemanes.

Museo Tesla, Belgrado cenizas de Tesla. Museo Tesla, Belgrado

Museo Tesla, BelgradoAsí que podréis comprender la ilusión con la que me he adentrado en el museo dedicado a este personaje. La colección que se expone al público ocupa la planta baja del edificio, no muy grande. Hay una sección con objetos personales, fotos y textos biográficos, otra con diferentes aparatos, herramientas y maquetas relacionadas con su trabajo y una pequeña sala donde reposan sus cenizas en una esfera dorada. En menos de una hora da tiempo más que de sobra a verlo todo. Hay una visita guiada (incluida en el precio) en la que no solo te explican un montón de cosas, sino que además la guía pone en marcha algunos aparatos interesantes, como el motor de energía electromagnética, que hace funcionar lámparas fluorescentes que algunos voluntarios sostenían en sus manos y un barco teledirigido que Tesla presentó en 1898.

mercado Kalenić, Belgradocatedral de San Sava, Belgrado

La siguiente parada ha sido en el mercado Kalenić, un mercado al aire libre donde me he comido un trozo de salmón estupendo mientras paseaba entre los puestos. La última parada ha sido en la catedral de San Sava, la iglesia ortodoxa más grande de Europa.  agujero de bomba, BelgradoBelgrado

Antes de regresar al hostal he estado en una cola más de media hora para comprar el billete de tren a Budapest. Que mal acostumbrados nos tiene internet, antes esperabas media hora para algo así y te parecía normal. Ahora parece que se acaba el mundo en cada minuto que pasa y la fila no se mueve. Una vez he logrado mi billete he regresado al hostal a descansar un rato.

Tijuana, Belgrado Sobre las siete he salido otra vez, he quedado con Niilo (FIN), Penni (FIN), Kimberly (EEUU), Noga (ISR) y Almog (ISR), mis viejos nuevos amigos conocidos en Guča. Hemos tomado unas cervezas en un bar y luego hemos ido al que seguramente sea el local más curioso de Belgrado, Tijuana. Es un piso en una primera planta de un edificio. Poca luz, paredes pintarrajeadas por todo aquel que ha pasado por allí (mucho español, por cierto) y unos cocteles que tienen no sé cuantos millones de grados de alcohol y aún así saben bien. Y un baño con sofá y losas con imágenes erótico festivas. Si alguien está en Belgrado, o piensa ir, que vea como llegar en la página web. Merece la pena.Tijuana, BelgradoTijuana, Belgrado

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