Tres pinceladas de Medellín

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Lo cierto es que no hemos pasado el tiempo suficiente en Medellín como para escribir una entrada decente, así que lo que voy a hacer es escribir una lista con las tres pintoresquicidades (¿?) más relevantes que he podido conocer de la ciudad. Espero que os parezca interesante:

1- El Pueblito Paisa

Pueblito Paisa, MedellínEl Pueblito Paisa es una reproducción a lo parque de atracciones de una población típica de Antioquia. Tiene su plaza central, su iglesia, su barbería, su escuela y, lo más importante en estas fechas, su iluminación navideña. El pueblito paisa se encuentra en lo alto de un cerro, en pleno centro de la ciudad de Medellín. Subir las escaleras que llegan hasta él se ve recompensado con unas vistas bastante interesantes de la ciudad y, si es de noche (y estás en navidades), de la famosísima iluminación navideña del cauce del río Aburrá.

Medellín desde el Pueblito PaisaMedellín desde el Pueblito Paisa

2- El bulevar Carabobo

Sí, sí, se llama Carabobo. Y es la arteria comercial principal de Medellín. Esta calle está jalonada por un sin fin de comercios de todo tipo y de puestos callejeros de lo más variopinto. Los vendedores anuncian sus productos con carteles, corean ofertas con equipos de sonido o sencillamente te ponen sus sombreros o espráis de nieve en la cara para que les compres. Quizás otros días sea algo menos interesante, pero un treinta y uno de diciembre pasear por aquí es toda una experiencia en los límites de las fiestas del capitalismo de clase media-baja.

bulevar Carabobo, Medellínbulevar Carabobo, Medellín

3- Las gordas (y gordos) de Botero

Medellín es como un museo monográfico al aire libre de Botero. Desde el Parque de las Esculturas hasta la plaza de San Antonio uno se encuentra con multitud de obras del escultor local más famoso. Las más llamativas son las dos palomas de la paz de la plaza de San Antonio. La primera fue destrozada en un atentado con bomba en el año 1995. El atentado mató a 22 personas y dejó heridas a más de doscientas. Cinco años después, en 2000, Botero hizo otra Paloma de la Paz, igual que la primera, y se la regaló a la ciudad de Medellín. Esta Paloma nueva se encuentra junto a los restos de su hermana mayor. Todo un símbolo para los que luchan por la paz en Colombia.

Botero en MedellínBotero en MedellínBotero en MedellínBotero en MedellínBotero en MedellínBotero en Medellín

Extra

En Medellín uno también se puede encontrar con rincones en los que parece que se ha teletransportado al corazón de Europa (fuente junto a la parroquia de San Antonio de Padua):

Medellín

Los 740 escalones

martes, 30 de diciembre de 2014

La piedra del Peñol o el Peñón, llámelo usted como quiera, es un pedazo de roca tal que así de grande (digo mientras estiro los brazos todo lo que puedo). Una mole tremenda que seguramente sería de mucha molestia en el pasado (ya que no solo es incultivable, sino que también lo es la tierra sobre la que da sombra), pero que ahora es un filón turístico para los dueños de las tierras donde se encuentra, en el municipio de Guatapé.

el Peñolel Peñol

Seguramente en temporada baja no llega tanta gente hasta aquí, pero hoy se escuchaban todos los idiomas, incluido español de España, y más de un centenar de personas hacían cola para pagar la entrada (de 10.000 pesos, unos 3,50 euros) y para subir las escaleras hasta la cima. Mientras calculábamos si seriamos capaces de subir vimos, a media altura, a un hombre que subía con un saco a la espalda. Aparentaba más de sesenta años y avanzaba con buen ritmo encorvado bajo el peso del saco.

el Peñolel Peñol

El Peñol se encuentra rodeado por los meandros del embalse Peñol-Guatapé, un embalse que contiene (en cota máxima) 1.240 millones de m3 de agua y que cubre 6.240 hectáreas de terreno. Se construyó a finales de los setenta, sobre el cauce del río Nare, y desde entonces sus islas y penínsulas se han convertido en un lugar privilegiado donde las clases adineradas de Colombia construyen villas con embarcadero para pasar las vacaciones.

el Peñolel Peñol

La base del Peñol está a casi 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar y se nota la falta de oxígeno en el aire, sobre todo al subir las empinadas escaleras, pero merece la pena subir los 640 escalones hasta la cima. Sí, he dicho 640, no 740. Resulta que en lo alto del peñol hay un edificio de cuatro plantas en cuya azotea hay un mirador desde el que las vistas son de 360º, así que tras descansar y pasear un poco por lo alto de la roca conviene hacer un pequeño esfuerzo suplementario para llegar hasta allí y verlo todo, incluido el sexagenario que llegaba con su saco hasta una de las tiendas de recuerdos de lo alto.

el Peñolel Peñolel Peñolel Peñolel Peñolel Peñol

Termales de Santa Rosa de Cabal

domingo, 28 de diciembre de 2014

Este domingo ha amanecido soleado, tan soleado como casi todos los días que llevamos en Colombia. Así que hemos aprovechado para pasar la mañana en la piscina de la finca con las sobrinas de Juliana, en modo niñeros. Y, para terminar el día como empezó, hemos pasado la tarde-noche en los termales de Santa Rosa.

Termales de Santa Rosa de Cabal

En las afueras de Santa Rosa de Cabal, en un privilegiado escenario selvático de alta montaña, se encuentran estos termales. Desde la entrada (donde hay que pagar 32.000 pesos, unos 11 euros) se toma un camino que asciende junto al riachuelo, entre plantas exóticas y pájaros de todos los colores posibles. A mitad de camino hay una fuente en la que se indica que es “Agua de Vichy”, un agua que sale con soda de manera natural y que está excelente con un poco de limón… afortunadamente nuestros acompañantes Juancho y Leidy venían preparados con vasos de plástico y un limón para exprimir.

Termales de Santa Rosa de CabalTermales de Santa Rosa de Cabal

Termales de Santa Rosa de CabalTras completar la caminata (que no es de más de diez minutos) uno se enfrenta a una cascada que cae desde más de 100 metros de altura. A la derecha, junto al hotel, están las cuatro piscinas humeantes en las que decenas de personas se remojan. La gracia aquí consiste en meterse en una de las piscinas de agua caliente durante un rato y luego caminar hasta el pie de la cascada y refrescarse en el agua que cae. Y eso hacen muchos de los que aquí pasan el día, haciendo del camino una procesión de gente en bañador que va de un lugar al otro.

Termales de Santa Rosa de CabalTermales de Santa Rosa de Cabal

Termales de Santa Rosa de CabalY en esas estábamos cuando anocheció, y en esas estábamos cuando salió la luna. A  mi me sorprendió que el agua bajo la cascada no estuviera demasiado fría, así que le pregunté a un trabajador del lugar que me contó lo siguiente: resulta que el agua surge de la tierra, en lo alto, a 70º; así que al llegar abajo, aunque se ha refrescado, sigue estando templadita.

 

 

el perro radioactivo, en PereiraA eso de las nueve de la noche, como puros garbancitos en remojo, relajados y suavecitos, salimos de allí a probar otro de los atractivos culinarios colombianos: el perro radioactivo. Este es un perrito caliente callejero que se encuentra en muchas esquinas de todas las ciudades del país y que se conoce popularmente por ese nombre por su dudosa procedencia. Si uno no piensa mucho y se deja llevar, está delicioso.

Recorrido por la Cultura Cafetera (RECUCA)

viernes, 26 de diciembre de 2014

Hoy nos hemos ido con Mauricio y David (primos de Juliana) hasta Calarcá, un pueblecito cafetero que se encuentra a hora y media de Pereira. El destino era RECUCA, el Recorrido por la Cultura Cafetera.

camino de RECUCAcamino de RECUCA

RECUCA es una pequeña plantación de café de 20 hectáreas. Una parte de la finca está acondicionada para poder enseñar a los turistas como funciona el cultivo, recolección y preparado del café.

2014_1226_122947AANada más llegar nos juntaron con un grupo de unas 25 personas, pagamos la entrada de 19.000 pesos (unos 7 euros) y nos llevaron a una terraza donde nos vistieron con los trajes tradicionales. Allí el guía nos hizo bailar al estilo tradicional, caminar al estilo tradicional y luchar a machetazos al estilo tradicional. Una vez superada la sensación de “soy un turista haciendo el ridículo” la cosa fue bastante divertida.

 

RECUCARECUCA

RECUCASeguidamente nos dirigimos a un campo de cultivo a caminar lo que parecía un Via Crucis de conocimientos cafeteros. Cada veinte metros nos parábamos junto a un pequeño techado con carteles donde el guía nos explicaba la historia del café, la distribución de la producción o el consumo mundial, los periodos de germinación, flora y recolección de la planta, su morfología, sus variedades… Todo muy didáctico. Nos sorprendió a todos que el consumo de los países del norte de Europa sea mucho mayor que el del resto del mundo (por ejemplo, en Suecia se consumen más de 8 kilos por persona/año, mientras que en Colombia el consumo es de poco más de un kilo por persona/año). Casi todos los miembros del grupo eran colombianos y algunos quedaron abiertamente decepcionados cuando se enteraron de que la producción de Colombia no es (ni de lejos) la mayor del mundo, y quedaron absolutamente abatidos al saber que la calidad de los cafés de Costa Rica o Jamaica es mayor que la del café autóctono. Esta parte de la visita duró algo menos de media hora, a pleno sol.

RECUCARECUCA

RECUCAPara la actividad siguiente nos sentamos a la sombra de un cañizo y el guía hizo salir a cuatro “voluntarios” a los que vistieron con las ropas de recolectores modernos, mientras nos explicaban los sueldos y las condiciones de trabajo actuales. Nada envidiable, la verdad. De allí salimos a otro lado de la plantación, con cubos en la cintura, a recolectar café durante diez minutos. Supongo que todos los grupos pasan por la misma zona y allí era dificilísimo encontrar algún grano rojo. Verdes, sí. Verdes había montones. Pero los verdes no se cogen.

RECUCARECUCA

Luego pasamos a unos almacenes donde el guía nos mostró una prensa manual antigua, inventada en Colombia; una prensa moderna, que es automática y separa el café, también inventada en Colombia; el secadero al sol (antiguo) y el secadero con fuelle (moderno).

RECUCARECUCA

La última parada fue en una pequeña fonda donde nos dieron a probar un café de alta calidad mientras el guía nos explicaba como se debe preparar correctamente y consumir. Por lo visto no debe hacerse en agua hirviendo, ya que se quema, sino a unos 80 grados, y debe servirse en taza caliente (se calientan sumergiéndolas en agua caliente), ya que si la taza está fría el choque térmico le hace perder cualidades.

RECUCARECUCA

Como ya era tarde nos quedamos a almorzar allí mismo. La comida consiste en una bandeja paisa con frijoles, aguapanela y mazamorra y cuesta 15.000 pesos (unos 5 euros).

bandeja paisa de RECUCAmazamorra en RECUCARECUCApaisaje del Eje Cafetero