Excursión a Beziers, Francia

lunes, 29 de julio de 2013

(Que aquí lo llaman Besié, no te lo pierdas)

Para empezar, quiero que os hagáis una idea de los precios de los trenes aquí; el trayecto a Beziers dura 15 minutos y el billete sencillo cuesta 5,60€. Ahí es nada. En la estación de Narbona la mujer de información me ha dicho que corriera, que iba a perder el tren y que podía comprar el billete dentro. Eso no era cierto, así que he viajado sin pagar, lo cual ha supuesto un pequeño alivio. A la vuelta no he tenido tanta suerte y unos revisores en la misma estación me han hecho comprar el billete en una máquina.

Beziers desde la catedral

Beziers es un pueblo de unos 70.000 habitantes famoso por ser el lugar de nacimiento de Paul Riquet (s. XVII), el impulsor del Canal du Midi que conecta fluvialmente el Mediterráneo y el Atlántico.

mercado de BeziersBeziers

Es menos conocida, pero más interesante, la historia de como este pueblo fue excomulgado ENTERO en 1167 por el mismísimo Papa de Roma. Parece que la gente estaba un poco quemada por los desmanes de la pujante clase alta. Un día el Vizconde de Beziers castigó a latigazos a un plebeyo que le miró mal al pasar por la calle (o algo así) y aquello colmó la paciencia del populacho. En la iglesia de la Magdalena, con premeditación y alevosía, asesinaron al Vizconde y comenzaron una rebelión contra la nobleza que les vetó la entrada en el Cielo y les dio un lugar en la Historia.

jardín de los Poetas, Beziersjardín de los Poetas, Beziers

He llegado al centro cruzando el jardín de los Poetas, que sube desde la estación de tren hasta el centro del pueblo. Es un jardín con estanques, arboles de diferentes tipos, alguna estatua mitológica y muchos bustos de poetas, franceses claro. Un paseo en ligera pendiente ascendente y muy fresquito a las nueve de la mañana.

Beziersen lo alto de la catedral de Beziers

Además de la misma iglesia de la Magdalena, en la que un gran cuadro muestra el asesinato del Vizconde que he contado arriba, es muy interesante la catedral. Desde lejos impone mucho, ya que está en el punto más alto del pueblo, pero una vez al lado se comprueba que su tamaño no es tan espectacular. Se puede subir al coro por una escalera de caracol estrecha y empinada de 67 escalones. Y desde allí, por otra escalera de 107 escalones más, a la torre, que se puede rodear por una balconada desde la que se ven kilómetros a la redonda. Me ha dado un poco de vértigo arriba, pero he sido capaz de dar la vuelta entera por el estrecho balcón. Lo mejor de todo, es gratis *.

Beziers

esclusas de Fonseranes, BezieersA tres kilómetros del centro, caminando por el lateral del Canal du Midi, se llega a las nueve esclusas de Fonseranes. Esta construcción de nueve portones que separan "piscinas" de diferentes niveles permite a los barcos que navegan por el canal (y al propio canal) salvar un desnivel que (calculo yo) será de unos veinte metros. He llegado allí a mediodía, bastante acalorado. Pero el esfuerzo ha merecido la pena, es bastante espectacular ver a las embarcaciones (yates y barcazas de recreo) pasando por cada una de las “piscinas” en las que bajan a medida que estas se vacían de agua, como un ascensor para barcos. Apenas a medio metro de distancia los turistas, en la orilla, sacamos fotos y videos. Camino de las nueve esclusas me ha llamado mucho la atención que el canal cruza POR ENCIMA del río Orb, por un puente (hay foto abajo). Una cosa de locos.

esclusas de Fonseranes, Bezieersesclusas de Fonseranes, Bezieerscanal du Midi por encima de un ríoesclusas de Fonseranes, Bezieers

El centro del pueblo en si es pequeñito y extrañamente tranquilo (teniendo en cuenta que hoy es Lunes). Está compuesto de callejuelas estrechas y sombreadas por las que corre una bisa agradable y pequeñas placitas con terrazas. Sin duda ha merecido la pena venir a conocer Beziers.

catedral de Beziersabuelillo vendiendo artesanía africana en Beziers 

* Los escalones los he contado yo mismo.

Narbona, Francia

domingo, 28 de julio de 2013

Como ya dije en la entrada de "preparativos", este año he añadido un nuevo método para conocer gente y ahorrar dinero al mismo tiempo mientras viajo. Gracias a blablacar vine ayer a Narbona desde Barcelona por 19 euros (el tren cuesta 55). Hice el viaje con Amy y dos amigas suyas. Me dejaron el asiento delantero (shotgun) del Twingo blanco en el que hicimos el viaje. El único (pequeño) problema que tuvimos fue el calor; el coche no tenía aire acondicionado y el día no era precisamente fresco. Pero eso son minucias. De este modo se hace el viaje compartiendo historias con otras personas, aprendiendo cosas nuevas y, como ya he dicho, ahorrando dinero. Espero poder usar este sistema con frecuencia en el viaje.

Llegué a casa de Remí, mi anfitrión en Narbona, a eso de las tres. Remí es un tipo simpático que trabaja en una cooperativa aceitunera. Como me había avisado con antelación de su pasión por las aceitunas le he traído unas aloreñas para hacer un intercambio cultural.

playa de NarbonaEl sol pegaba duro y Remí propuso ir a la playa en coche (la playa está a 10 Km de la ciudad) para refrescarnos un poco. Yo había llegado empapado en sudor y no pude negarme. En la playa hacía mucho viento y el mar estaba muy resacoso. En casi toda la línea de costa habían puesto una banda sostenida por señales que indicaban que el baño estaba prohibido y tan solo una franja de unos cien metros de ancho estaba “acondicionada” para el baño. En esta franja había seis o siete socorristas en la orilla y dentro del agua marcando los límites y amonestando a la gente que se salía de los márgenes establecidos. De vez en cuando uno de los socorristas se echaba a correr tocando el silbato porque había visto a alguien bañándose fuera de la zona “acondicionada”. No sé si esto se hace en algún sitio de España, pero a mi me ha resultado muy chocante. Para terminar de dejarme boquiabierto, a eso de las seis han cambiado la bandera amarilla a roja y han hecho sonar una sirena para echar a todo el mundo del agua. La playa quedaba cerrada.

Hoy (domingo 29) ha sido mi primer día completo en Narbona. El centro histórico de la ciudad es muy pequeño y lo he recorrido con calma en poco tiempo. Lo más interesante es la catedral, que está pared con pared con la casa de Remí. El edificio comenzó a levantarse en el siglo XIII y nunca se terminó. El templo “útil” es el primer tercio de la obra proyectada. El segundo tercio tan solo tiene columnas y arcos y el tercero ni siquiera existe. Así que es un interesante lugar para ver los pasos de construcción de una catedral.

catedral de Narbonacatedral de NarbonaNarbonaNarbona

El mercado de Narbona está muy animado a mediodía; en los puestos de comida preparada hay largas colas para comprar pollos asados cuyo aroma impregna casi todo el edificio. En otros puestos se vende paella, ensaladas y otros muchos platos. También son populares los bares que hay en un lateral de la nave. La gente se pegaba por encontrar un hueco en una de las mesas altas sin taburetes para degustar decenas de tapas diferentes. Fuera del mercado está el mercadillo dominical. Uno apenas puede andar entre los clientes que compran calcetines, bragas y cacerolas … o sea, igual que cualquier mercadillo de España.

mercado de Narbonamercado de Narbona

También llama la atención el canal, que recorre todo el pueblo del sudeste al noroeste. En sus orillas se concentran las calles más animadas de Narbona,  con tiendas, terrazas y paseos. Alejándose del centro en ambos sentidos hay atraques para yates y barcazas que hacen las veces de vivienda o apartamento vacacional para gente que da mucha envidia cuando cae la noche y se sienta alrededor de una mesa, en cubierta, tomando vino al fresco.

NarbonaNarbona

PD: ya hay fotos en la galería. Creo que el sistema que llevo este año hará que suba fotos siempre antes de escribir. Así que si queréis ver mis últimas actualizaciones será mejor que os paséis por allí. Además tengo la intención de seleccionar una foto cada día para mostrarla en primicia exclusiva en la página de facebook (de hecho ya lo estoy haciendo).

Europa 2013 – preparativos

sábado, 20 de julio de 2013

2011_0806_113307AA Ya lo dijo Oscar Wilde: “Puedo resistir todo menos la tentación”. A mi me pasa algo parecido y no he podido evitar apuntarme otra vez al tour en canoa que hice hace un par de años (entradas aquí). No soy una persona que repita destinos así como así, pero es que aquella experiencia fue muy memorable. Este año será del 12 al 19 de Agosto y ya estoy contando los días que quedan (veintitrés).

 

Por primera vez mis vacaciones no están afectadas por el factor tiempo, así que he pensado en ir a Budapest (desde donde sale el tour) poco a poco, sin coger aviones. Pararé unos días en diferentes lugares del sur de Francia, norte de Italia y Eslovenia. Y, ya que me pongo a ello, volveré a casa del mismo modo, pero por el norte, haciendo de esa manera una ruta semicircular por Europa occidental.

Lo que si es un (pequeño) problema es el dinero. Un viaje tan largo por la parte “medio cara” de Europa puede suponer un gasto demasiado alto. Así que estoy tomando medidas para tratar de minimizar el impacto en mi bolsillo. Ya veremos en el resumen final si merece la pena el esfuerzo.

Por este motivo llevo unas semanas escribiendo solicitudes de alojamiento a otros miembros de couchsurfing. A día de hoy tengo casa en varios lugares de la primera parte del viaje (antes del tour en canoa). Y durante el tour, al dormir en tiendas de campaña, también está todo resuelto. Ya os iré contando que tal me va con cada uno de mis amables anfitriones.

También para ahorrar algo voy a tratar de usar tanto como me sea posible los portales de carpooling. En estos lugares las personas que van a hacer un viaje en coche lo publican con sus condiciones (recorrido, espacio para equipaje, música, paradas…) a un precio que suele ser mucho más barato que el desplazamiento equivalente en tren o autobús. De todos los portales existentes el más sencillo de usar y también el que parece tener más usuarios (por la oferta de desplazamientos) es blablacar. También os iré contando como me va con este tema.

ruta por Europa 2013

El itinerario, aunque lo tengo bastante preparado, no lo voy a detallar aquí porque sería muy pesado (de hecho planificando esta ruta he descubierto que cuando trazas un recorrido en Google Maps el límite es de veinticinco "puntos”). Lo que si os puedo decir es que si todo va según lo planeado recorreré casi 7.000 kilómetros por nueve países y el viaje durará unas siete semanas. Os dejo una captura de pantalla del mapa para que os hagáis una idea.

Como siempre, trataré de escribir una entrada diaria desde el día de salida, el 27 de Julio. Se admiten todo tipo de comentarios, consejos y sugerencias.

El pabellón Mies van der Rohe, Barcelona

jueves, 11 de julio de 2013

Casi todos los visitantes pasamos este edificio de largo cuando subimos a Montjuic. Cuando caminamos al lado de la fuente, con las torres de Venecia a nuestra espalda y el Palacio Nacional al frente, con las cascadas de agua y los jardines alrededor, no nos llama la atención la casita achaparrada que se ve a la derecha (eso si la vemos) y seguimos subiendo hacia hitos más llamativos.

Esto es, claro, si no eres arquitecto o vas acompañado de un arquitecto. Si eres de los primeros seguramente entrarás en trance, si eres de los segundos (como es mi caso) verás como tu compañero de visita deja de hablar, se le dilatan las pupilas, comienza a salivar y sale corriendo como si allí regalaran rotrings.

Dicen los expertos que este edificio representa un avance descomunal en la arquitectura moderna. El amigo Mies lo diseñó para la exposición universal de 1929. Para esa misma exposición, para que os hagáis una idea, se construyó el Palacio Nacional mencionado antes, que está un poco más arriba del monte y parece, en comparación, varios siglos más antiguo.

Cuando terminó la exposición, en 1930, el pabellón se desmontó y alguien tuvo la feliz idea de conservarlo (a piezas, se supone). Así que en los ochenta, en plena fiebre “vamos a hacer que esta ciudad mole mucho”, el ayuntamiento pudo reunir las piezas originales y volver a montarlo donde y como estaba originalmente.

El edificio combina el uso de vidrio, acero y mármoles variados (romano, alpino, griego y del Atlas). Mies utiliza estos elementos de un modo geométrico, aparentemente simple, que da al espacio un protagonismo dinámico y relajado. La discontinuidad y alternancia de colores y el magistral uso de los ángulos rectos proporciona una levedad inesperada…

Bueno, o cualquier otra combinación de palabras pomposas. Lo que si es verdad es que a mi, que no soy arquitecto, me ha gustado mucho. Y eso es lo que cuenta. Aunque confieso que jamás habría entrada si hubiera tenido que pagar los 5 euros que cuesta la entrada (2,70 si eres estudiante). ¡Gracias Sole!

pabellón Mies van der Rohe, Barcelonapabellón Mies van der Rohe, Barcelonapabellón Mies van der Rohe, Barcelonapabellón Mies van der Rohe, Barcelonapabellón Mies van der Rohe, Barcelona