Los niños de Angkor

sábado, 28 de febrero de 2015

Pocas cosas han cambiado en Siem Reap en los seis años que han transcurrido desde mi primera visita. Una de ellas es que la cantidad de turistas es bastante más alta. Las colas para obtener las entradas o para sacarse fotos en los lugares más famosos no eran tan multitudinarias antes.

Pero la diferencia principal que he notado ha sido el descenso en la cantidad de niños (y niñas) que venden cosas entre los templos. En 2009 eran como enjambres de chavales de entre ocho y doce años con cestas de las que sacaban postales, pulseras, flautas, imanes de nevera, guías de viajes… Todos ellos hablaban algo de inglés y sabían decir los números y algunas palabras sueltas en media docena de idiomas más. Hoy en día sigue habiendo niños que venden suvenires por allí, pero afortunadamente son muchos menos. Parece que las campañas de organizaciones con ChildSafe o Save the Children están dando resultados. Lo mínimo que los turistas podemos hacer para ayudar a terminar definitivamente con este problema es no dar limosnas ni comprar NADA a un niño.Todavía quedan niños vendiendo cosas en Angkor Wat

La mayor parte de los niños que uno se encuentra van camino del colegio o juegan por entre las ruinas y los campos.niños en Angkorniños en Angkorniños en Angkorniños en Angkor

Hombres buenos y hombres malos en Angkor (II)

viernes, 27 de febrero de 2015

Esta entrada es una continuación de esta otra.

Como cabía esperar, El Hermano de El Malo no se tomó muy bien que le dejáramos tirado frente a Bayon. Insistía en que le pagáramos 20$ y nosotros le decíamos que eso era absurdo, que solo había estado con nosotros media mañana. Tras mucho debatir quedamos en que teníamos que hablar con su hermano, que era el que aparentemente lo había liado todo, y que podían venir los dos juntos al hostal por la tarde. Allí resolveríamos el tema de forma civilizada. Y así, sin pagarle un solo dólar, le dejamos y nos dirigimos al tuk-tuk de nuestro nuevo amigo, Tim.

Con Tim, El Bueno, nuestra calidad de vida y tranquilidad mejoró considerablemente. La verdad es que no es un experto en los templos (como el mismo reconoce), pero antes de dejarnos entrar en cada uno de ellos nos daba unas pinceladas de su historia y siempre nos despedía con una sonrisa. Entre templo y templo cantaba canciones pop noventeras, nos dijo que canta «cuando está contento, cuando está triste, cuando esta aburrido, cuando trabaja…». También nos contó que antes se dedicaba al cultivo del mango, pero que se quedó sin trabajo y por eso ahora tuctuquea a turistas por Angkor. Además Tim es amigo de todo el mundo, saluda a otros conductores, a los policías del parque, a las chicas que pasan… Un personaje, Tim.Tim y sus amigos

Paramos a comer en la terraza donde trabaja su hermana. En todos los “restaurantes” que hay por allí la carta es la misma. Platos de arroz o fideos con carne, verduras, huevo, curry… Y los precios listados para cada plato son 5$, y 1$ para las bebidas. Sin embargo regateando un poco lo normal es que te dejen el menú de plato más bebida por 3 o 4 dólares.

Con Tim recorrimos el circuito largo, pasando por los templos de Preah Khan…Preah Khan, Angkor

Neak Pean…Neak Pean, Angkor

Ta Som…Ta Som, Angkor

Mebon Oriental…Mebon Oriental, Angkor

Pre Rup…Pre Rup, Angkor

Ta Prohm, posiblemente el tercer templo más popular de Angkor (tras Angkor Wat y Bayon)…Ta Prohm, AngkorTa Prohm, Angkor

Y, por último, Banteay Kdei… ¿Cuantas veces has mordido un templo jemer?Banteay Kdei, AngkorBanteay Kdei, AngkorFrancisco, Tim, Juliana y yo en Banteay Kdei, Angkor

Tim nos devolvió sanos y salvos al Yellow Hostel a eso de las cinco de la tarde. A las siete, que era la hora a la que habíamos quedado con El Malo y su hermano, estábamos esperando en la recepción del hostal, algo nerviosos por el enfrentamiento que se avecinaba y planeando estrategias para afrontarlo. A las siete y media decidimos que ya habíamos esperado bastante y nos fuimos a cenar.

Francisco y Iovanna se iban al día siguiente, pero nosotros, que teníamos pases de tres días para los templos, llamamos a Tim para hacer otro tour al día siguiente. La idea era ir hasta el Museo de las Minas, Banteay Srey (el templo rosa) y el conjunto Roluos (un lugar con más templos).

Pero tras visitar el terrible museo y arrastrarnos rápidamente por Banteay Srey, una indisposición estomacal nos hizo cambiar los planes. Tim nos devolvió al hostal sanos y salvos pasado el mediodía. Dado que no habíamos hecho el tour entero, nos hizo un descuento sobre el precio que habíamos pactado y se despidió deseándonos que nos mejoráramos.Museo de las minas, Siem ReapBanteay Srey, AngkorBanteay Srey, Angkor

En los dos días más que pasamos en Siem Reap no volvimos a ver a El Malo ni a su hermano. No aparecieron nunca por el Yellow Hostel. Tampoco volvimos a contratar a Tim, ya que hicimos lo que nos quedaba en bicicleta (en la próxima entrada). Esperamos que nuestro amigo pueda volver pronto a cultivar mangos.

Mientras tanto, por si pasáis por Angkor y él sigue allí, os dejo sus datos:
Email: timdriver27@gmail.com
Tel: 098 903473

Si tiene usted algún problema y si le encuentra, quizá pueda contratarle.

Hombres buenos y hombres malos en Angkor (I)

jueves, 26 de febrero de 2015

Escribir sobre los templos de Angkor es una actividad casi tan popular como visitarlos o fotografiarlos. Hay cientos de blogs, artículos, libros y material sobre cada baldosa de cada templo. Así que hoy, para salirme un poco de ese montón, os voy a hablar de dos tuctuqueros que hemos conocido durante nuestra semana en Siem Reap. Como la historia es un poco larga la voy a dividir en dos partes. Esta es la primera.

Después del viaje terrible que relatamos en la entrada anterior, llegamos a la estación de autobuses de Siem Reap a las diez de la noche. Afortunadamente habíamos reservado habitación en un guesthouse y tan solo teníamos que llegar hasta allí. En el autobús nos habíamos hecho amigos de una pareja chileno-polaca, Francisco y Iovanna, que curiosamente vive cerca de nuestra casa en Barcelona. Ellos no tenían reserva y quedamos en ir juntos a nuestro guesthouse para ver si tenían una habitación libre y, además, repartir el precio del transporte. Nada más salir del autobús, mientras sacábamos las maletas, un tuctuquero nos colocó en su punto de mira. El tipo, al que llamaremos El Malo, era un profesional bregado. Nosotros éramos desechos humanos con ganas de tumbarnos en una cama. Con algo de sutileza y una bien medida presión psicológica nos llevó al extremo (inédito) de no comparar precios con otros conductores. Regateamos algo el precio del servicio, dejándolo en “tan solo” 10$. Cuando nos dejó en el guesthouse no convenció para quedar con él la mañana siguiente para negociar una ruta por los templos.

Ya teníamos planeado dedicar el día siguiente a descansar, y con ese objetivo, nada más levantarnos, buscamos un guesthouse más cómodo. Tras una breve búsqueda matutina nos quedamos en el Yellow Hostel, una pensión con habitaciones baratas (10$) y una pequeña piscina de la que nos enamoramos a primera vista. Era el lugar ideal para pasar los días de descanso y para relajarnos en las tardes de los días “de templos”. Regresamos a hacer el check-out del primer guesthouse y dejar señas para que El Malo pudiera encontrarnos. Además avisamos a Francisco y Iovanna, que se vinieron con nosotros al nuevo hostal.Yellow Hostel, Siem Reap

En esa tesitura cometimos el terrible error de no preguntar a otros tuctuqueros por los precios de las rutas por los templos. Así que estábamos vendidos ante El Malo. Cuando apareció, estábamos los cuatro en la piscina. Le comentamos que al día siguiente queríamos hacer el recorrido largo (hay dos rutas básicas en Angkor, la larga y la corta. En el mapa de abajo aparecen en verde y rojo, respectivamente) y que queríamos comenzar temprano para ver el amanecer en Angkor Wat. El Malo dijo que para ver el amanecer había que salir a las cinco, y que si además hacíamos la ruta larga y nos pasábamos todo el día con él, el precio sería de 35$. Obviamente eso era una locura, y así se lo hicimos saber. Tras un breve tira y afloja quedamos en que le pagaríamos 25$ si regresábamos antes de las cuatro de la tarde y 30$ si nos quedábamos (aguantábamos) hasta el atardecer.Mapa de rutas en Angkor

Al día siguiente Juliana y yo nos quedamos dormidos y a las cinco y cinco el recepcionista del hostal llamo a la puerta de la habitación para despertarnos. Nos vestimos rápidamente y salimos a la calle. Era de noche aun y hacía calor. Allí estaban Francisco, Iovanna, El Malo y otro tipo. El Malo nos dijo que le había surgido algo y que en su lugar sería su hermano el que nos llevaría. En principio nos daba igual, pero, dejando aparte de que el hermano tenía más cara de malo que El Malo, nos desagradó que su tuk-tuk era más pequeño. Protestamos un poco por esto, pero no sirvió de nada. Francisco y yo tomamos el asiento estrecho y sin barandillas de espaldas a El Hermano de El Malo mientras que Juliana y Iovanna se sentaron en el asiento “bueno”.

Paramos en la oficina de billetes el tiempo justo de hacer la fila y comprar nuestros pasas de tres días (40$). Francisco y Iovanna compraron el de un solo día (20$). Cuando llegamos a la entrada de Angkor Wat aun no despuntaba el alba. El Hermano de El Malo nos dijo que nos esperaba allí, y que conocía un buen sitio para desayunar. Nosotros cuatro caminamos por el puente de entrada entre decenas de personas que ya casi corrían para disfrutar del preciado acontecimiento diario. Al llegar a la altura de los dos lagos simétricos que hay frente al templo me sorprendió la gran cantidad de gente que había allí. Sobre todo la lado izquierdo, donde el lago tiene algo más de agua. Nos fuimos al lado izquierdo y tomamos sitio entre los demás turistas, sentándonos en el césped seco. A medida que el sol se acercaba al horizonte, las torres del templo más grande del mundo fueron haciéndose visibles. Poco a poco los detalles se perfilaban y, cuando salió el sol por detrás, nos fuimos a desayunar a uno de los puestos cercanos.oficina de billetes de Angkoramanece en Angkor Wat

Después de visitar el templo durante un par de horas regresamos a la salida, donde encontramos a nuestro tuctuquero fácilmente y nos pusimos en marcha hacia el siguiente templo, Bayon. Antes de entrar en el templo consulté a El Hermano de El Malo sobre la siguiente parada. Él me miró extrañado cuando le señalé un templo de la ruta larga en el mapa. En su inglés de nivel bajo nos hizo entender que íbamos a hacer la ruta corta. En un par de minutos la conversación se calentó. Nosotros le decíamos que habíamos hablado con su hermano de hacer la ruta larga y él insistía en que no era así, que él le había dicho que era la corta y que, además, la larga no se podía hacer en tuk-tuk (¿?). Le dijimos que llamara a su hermano, pero no había traído teléfono. Las dos partes estábamos igualmente empecinadas en que teníamos razón y pasamos veinte minutos repitiendo los mismos conceptos. Visitamos el increíble templo de Bayon barruntando posibles soluciones al problema.Bayon

Al salir del templo la situación se complicó aún más. El Hermano del Malo se esquinó en el cuadrilátero. Todos gritábamos. Entre nosotros hablábamos de posibles alternativas en español mientras, en todo momento, alguno discutía las mismas ideas una y otra vez con El Hermano de El Malo. En una de estas, Iovanna y yo nos alejamos un poco y apareció por allí, como por arte de magia, otro tuctuquero sin pasajeros. Iovanna y yo le paramos y le preguntamos, directamente, cuanto nos cobraba por hacer el recorrido largo. El nuevo tuctuquero nos dijo que 18$. Ni siquiera le regateamos. Con el mapa en la mano nos aseguramos de que no había malentendidos, de que pararíamos en los templos que quisiéramos, el tiempo que quisiéramos. El conductor, que luego nos dijo que se llamaba Tim, sonreía afable, y nos decía que no había problema, que éramos los jefes. Volvimos corriendo a donde Juliana y Francisco discutían con El Hermano del Malo a decirles a todos que habíamos encontrado una alternativa…

Continuará.

Nota: la entrada tiene pocas fotos porque creo que lo importante en esta historia es el texto. Para ver fotos del día (y del resto de la estancia en Camboya) podéis acudir a la galería correspondiente.

Paramount Angkor Express scam

martes, 24 de febrero de 2015

Today we made it to Siem Reap from Don Khon (in the 4000 Islands), but it has not been easy… or confortable. This post, written in English and Spanish, is our way to complaint about what we consider an organized fraud. Paramount Angkor Express ticket

Yesterday we booked the trip with our Guesthouse in the island (Nongsak Guesthouse) and the first surprise was the price. The whole trip, including the boat to the coast, the bus to the border and the bus from the border to Siem Reap, was $35 (more than 30 euros). For those who are not familiarized with the prices in this area: a journey of less than 400 kilometres (as this is) should never cost more than 15 or (tops) 20 USD. But Don Khon is a small island and every Travel Agent or Guesthouse offers the same price, so there are no alternatives. At least it is clearly stated that the bus takes the “new road” and arrives in Siem Reap at 17:30… It’s not true.

The first part of the trip went well: the boat arrived on time. In Nakasong we avoided the guy who charges 40$ to manage the Cambodia visa paperwork (I’ll call him The Opportunist). The bus to the border was comfortable and we made the get-out and get-in paperwork quite easily ourselves. We paid $2 to get out of Laos, $1 for the “quarentine” procedure and $35 for the Cambodian visa. Total: $2 less that what The Opportunist charged.El Aprovechado

Once in the Cambodian side, all the passengers (about 50) were directed to a restaurant. One of those terraces that abound in this area, only that this one had almost European prices. There we waited for an hour until a guy came (Mr. Do) calling to those who had their passports. The ones that had given theirs to The Opportunist didn’t have them yet.Mr. Doanother buddy

Mr. Do took us to a old van where he and his buddies stacked 18 people with their knees up to their chins and their foot on the luggage. Some complained a little, but we refused to get in, we demended a bigger or less crowded van. Mr. Do acted all offended and told us to go walking if we didn’t want to enter. Once the val left I asked him for his’ and his company’s name. He resisted a bit and finally wrote in my notebook: “Mr. Do” and something in Cambodian. After a while another van, as old as the other one, showed up. We had no choice but to squeeze in it.Mr. Do informationvan from the border to Stung Treng

At least the trip to Stung Treng was a short one; a bit over an hour. The van spitted us out in a “bus station” that is, according to the GPS, in what I can only describe as “the backyard of town”. In the “station” there was only an expensive and mediocre restaurant were we had to eat something (it got late and we were hungry). After a while a bus of “Paramount Angkor Express” came and we thought we would leave soon. An hour after that, the passengers that remained in the border arrived. They came in the same van that had taken us. We spent almost 3 hours there. Finally, at 15:35, we entered the bus, that had been stopped there the whole time, and we set off.Paramount Angkor Express bus

Aside for a stop to have dinner in yet another expensive restaurant, the trip to Siem Reap was not too bad. The aircon worked very weakly and it was hot, but beareable. Finally we arrived in Siem Reap after 22:00. In the station the tuk-tuk driver that will have his own space in the next post was waiting for us.

Full timeline:
08:15: we got on the boat in Don Khon.
08:45: we disembarked in Nakasong (5 km).
09:30: we got on the bus.
10:00: we got to the border (17 km).
10:45: we finished the paperwork and gor our visas.
12:00: we got in the van.
13:15: we got out of the van in Stung Treng (57 km).
15:50: we got in the bus to Siem Reap.
20:15: stop for dinner.
22:00: we arrived in Siem Reap (292 km).

Advice: unfortunately it seems as if there are no more companies operating the 4000 Islands-Siem Reap route. Therefore one is quite trapped here. If I had to do it all over again I think I would book the trip only to Stung Treng. According to today’s experience we would be in Stung Treng at 13:15 and I am sure there are regular buses to Siem Reap from the real bus station there.
Another choice is to go North, to Pakse and take a plane to Siem Reap (Lao Airlines operates the route every day, 135$). It’s much faster and confortable, although more expensive too.

I hope this post helps someone, at least to know what they are getting into.

El timo de Paramount Angkor Express

Hoy hemos llegado a Siem Reap, pero no ha sido nada fácil… ni cómodo. Esta entrada, que publico en español e inglés, pretende ser una denuncia de lo que consideramos una estafa organizada. ticket de Paramount Angkor Express

Ayer contratamos el viaje con el guesthouse y lo primero que nos sorprendió fue el precio. El trayecto entero, con barca hasta la costa, autobús a la frontera y otro autobús hasta Siem Reap, cuesta 35$ (más de 30 euros). Para el que no esté familiarizado con los precios en esta zona: un viaje de menos de 400 kilómetros como el de hoy no cuesta nunca más de 15 o (como mucho) 20 dólares. Pero Don Khon es una isla pequeña y en todas las agencias o guesthouses el precio es el mismo, no hay alternativas. Al menos se indica, claramente, que el autobús va por la “carretera nueva” y llega a Siem Reap a las 17:30… Es mentira.

La primera parte del viaje ha ido bien: la barca ha llegado a su hora. En Nakasong hemos evitado sin problemas al tipo que cobra 40$ por gestionar el visado de Camboya (al que llamaremos El Aprovechado). El autobús a la frontera era cómodo y hemos cruzado fácilmente, pagando 2$ por salir de Laos, 1$ de “control de cuarentena” y 35$ de visa (total: 38$, dos menos de los que han pagado todos los que han dado el pasaporte a El Aprovechado).El Aprovechado

Una vez en el lado camboyano, nos han metido a todos los viajeros (unos 50) en un restaurante-terraza de esos que abundan por aquí, pero con precios de Europa. Allí hemos esperado una hora hasta que ha venido un tipo (Mr. Do) llamando a los que teníamos pasaporte. Los que habían dado su pasaporte a El Aprovechado aun no lo habían recibido de vuelta.Mr. Dootro compinche

Mr. Do nos ha llevado hasta una furgoneta vieja en la que él y sus compinches han hacinado a 18 personas con las rodillas en la barbilla y los pies en las mochilas. Algunos han protestado tibiamente, pero nosotros nos hemos negado a subir, queríamos otra furgoneta más amplia. Mr. Do se ha ofendido y nos ha dicho que si no queríamos subir podíamos ir andando. Una vez ha salido la furgoneta le he pedido su nombre y el de la compañía. Se ha hecho algo de rogar, y al final ha escrito en mi libreta: “Mr. Do” y algo en camboyano. Al rato ha aparecido otra furgoneta, igual que la anterior, en la que los que quedábamos no hemos tenido más remedio que estrujarnos.datos de Mr. Dofurgoneta de la frontera a Stung Treng

Al menos el viaje a Stung Treng ha sido corto, algo más de una hora. La furgoneta nos ha escupido en una “estación de autobuses” que según el GPS está en lo que solo se puede definir como “la parte de atrás del pueblo”. En la “estación” tan solo había un restaurante caro y malo en el que no hemos tenido más remedio que comer algo. Al rato ha llegado un autobús de “Paramount Angkor Express” que nos ha despertado la ilusión de que saldríamos pronto. Una hora después han llegado los que habían quedado en la frontera. Venían en la misma furgoneta en la que habíamos llegado nosotros y ya traían sus pasaportes con visa. Casi tres horas pasamos allí. Finalmente, a las 15:35, nos han hecho subir al autobús, que llevaba allí parado todo el tiempo, y nos hemos puesto en marcha.bus de Paramount Angkor Express

Salvo una parada para cenar en un restaurante bastante caro, el viaje a Siem Reap no ha ido mal del todo. El aire acondicionado funcionaba flojito y hacía calor, pero era soportable. Finalmente hemos llegado a Siem Reap pasadas las 22:00 y allí nos estaba esperando el tuctuquero que tendrá su propio espacio en la próxima entrada.

Cronograma completo del día:
08:15: subimos a la barca en Don Khon.
08:45: bajamos de la barca en Nakasong (5 km).
09:30: subimos al autobús.
10:00: llegamos a la frontera (17 km).
10:45: terminamos los trámites.
12:00: nos subimos a la furgoneta.
13:15: nos bajamos de la furgoneta en Stung Treng (57 km).
15:50: nos subimos al autobús para Siem Reap.
20:15: paramos a cenar.
22:00: llegamos a Siem Reap (292 km).

Consejos: lamentablemente parece que no hay más compañías que operen el trayecto. Así que uno está bastante atrapado en esta situación. Creo que, si tuviera que volver a hacer el recorrido, contrataría en la isla el viaje hasta Stung Treng. Según la experiencia de hoy, estaríamos en Stung Treng a las 13:15 y estoy seguro de que desde la estación real de allí hay autobuses regulares a Siem Reap.
Otra posibilidad es subir hasta Pakse y tomar un avión a Siem Reap (Lao Airlines opera un vuelo diario, 135$). Es mucho más rápido y cómodo, pero también más caro.

Espero que esta entrada sea de ayuda a alguien, aunque sea solo para que sepa donde se mete.

Don Khon, una de las 4000 islas

lunes, 23 de febrero de 2015

En la isla de Don Khon nos alojamos en un bungaló (10$) que pertenece al restaurante Nongsak. En esta isla, como en su hermana pequeña Don Det, lo que se estila son los bungalós en la orilla del río, pero estos son muy caros o están en condiciones lamentables, así que nos hemos quedado en este; limpio, amplio y bien situado.nuestro bungalow en Don Khon

La primera tarde en la isla la dedicamos a pasear un poco y nos encontramos con una vieja locomotora francesa. Resulta que en Don Khon se encuentra el único tramo de ferrocarril que los franceses construyeron en Laos durante la época colonial. Los pasos del río alrededor de la isla están formados por cascadas intransitables que forman una barrera natural para el tráfico fluvial. Así que los franceses, a finales del siglo XIX, construyeron la línea entre el norte de la isla de Don Det y el sur de la isla de Don Khon para agilizar el paso de mercancías que venían desde China. Este ferrocarril fue usado hasta la Segunda Guerra Mundial. El conflicto desbarató el sueño de ampliar este recorrido para unir Luang Prabang (en el norte de Laos) con Saigón (actual Ho Chi Minh City, en Vietnam). Hoy en día tan solo queda de todo aquello el puente entre las dos islas, la locomotora oxidada y el camino por el que iban las vías.locomotora en Don Khonpuente de Don Khon a Don DetDon Khon

El segundo día alquilamos bicicletas y nos perdimos por caminos bacheados de tierra, vimos una serpiente, lagartijas, cascadas, playas, arrozales y un puente roto que nos obligó a dar la vuelta. Un día bastante completo de mucho pedalear y mucho sudar bajo el sol.Don KhonDon KhonDon KhonDon KhonDon Khon

El tercer día contratamos un tour en kayak y salimos de Don Det remando. Nos bañamos en una playa a la hora del almuerzo. Vimos varias cascadas. Cruzamos la frontera con Camboya remando (a lo ilegal) y navegamos junto a los delfines Irawadi. Todo fue perfecto hasta que, regresando a la isla, una ola traidora nos hizo volcar y nos dimos un chapuzón en el Mekong. Uno de los guías tuvo que ayudarnos a subir al kayak y todo quedó en un pequeño susto que nos ayudó a quitarnos el polvo y el calor de encima.en kayak por las 4000 Islasen kayak por las 4000 Islascascadas en las 4000 Islasdelfines Irawadi en el Mekongdelfines Irawadi en el Mekong

Pero si hay algo fascinante en estas islas (y en todo Laos), son los niños. Aquí los menores corren descalzos. Nadan desnudos en el río sin supervisión. Ríen como si fueran niños del paraíso.Don Khon, LaosDon Khon, LaosDon Khon, LaosDon Khon, LaosDon Khon, Laos

Y mañana nos vamos a Siem Reap, Camboya, a visitar los templos de Angkor.