Navidad en Colombia (I): el viaje

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Quiero comenzar la crónica de este viaje con una descripción bastante detallada del viaje de ida (Madrid-Miami-Cali-Pereira).

05:45 CET (23:45 del día 8 en Colombia): suena el despertador. Miro por la ventana. Estamos en Las Rozas de Madrid, España.

06:30 (00:30): una llamada robotizada nos indica que el vuelo Madrid-Miami saldrá con 45 minutos de retraso. Estupendo.

07:00 (01:00): salimos a la fría madrugada. Me fumo el primer cigarrillo del día.

08:00 (02:00): hacemos la fila para facturar las maletas en la T4 de Barajas. La empleada nos indica que en Miami tendremos que recoger el equipaje para pasar por aduanas y luego volver a facturar para Cali. Yo sé que en EEUU no se puede entrar con productos de cerdo. En una de las maletas llevamos 10 fuets y 5 blísteres de jamón serrano. Le comento a la empleada que es posible que llevemos algo de comida. Dice que siempre que no sea cerdo no hay problema. Juliana y yo nos miramos. La empleada alza una ceja y pregunta, ¿lleváis cerdo?. Le decimos, bueno, un poco de jamón. Ella dice que puede que no lo vean. Tragamos saliva.

10:00 (04:00): tras recorrer toda la T4 y la T4S llegamos a la puerta de embarque, que es la última del aeropuerto.
aeropuerto de Barajasaeropuerto de Barajas

10:50 (04:50): embarcamos en el avión. Un Boeing 767-300 que me deja boquiabierto: sillones viejos, pantallas como de autobús, asientos de anchura tipo «sílfide»… al menos vamos en la salida de emergencia y el espacio para las piernas es bueno.
Boeing 767-300 de American Airlines
Boeing 767-300 de American Airlines

12:40 (06:40): nos sirven la primera comida. Comemos mientras intuimos la primera sesión cinematográfica en una micro-pantalla que apenas se ve. Da igual, porque el sonido de los auriculares llega con crujidos sobrenaturales que apenas permite entender nada. Nos dan a elegir entre pasta y albóndigas. Tanto Juliana como yo elegimos las albóndigas, que llevan cerdo (aunque en el envoltorio dice beef) y están bastante buenas.

16:20 (10:20): nos dan un helado de vainilla. No sé si es aperitivo, desayuno o una broma. Afortunadamente traemos con nosotros unos cacahuetes (maní) que mantienen el hambre a raya.

20:05 (14:05): nos dan la cena. Un trozo de pizza reblandecido y un bocadillito con nocilla. Nuestras provisiones de cacahuetes siguen bajando.
almuerzo del Boeing 767-300 de American Airlinescena del Boeing 767-300 de American Airlines

21:20 (15:20): aterrizamos en el Aeropuerto de Miami. Recogemos el equipaje y pasamos por cuatro o cinco controles de seguridad en los que nos preguntan si llevamos alimentos. «Queeeso, aceeeite, chocolaaate, pasteeeeles…», contestamos lentamente para que nos corten antes de tener que decir «jamón y fuet». La táctica funciona y pasamos sin mayores problemas. En uno de los controles pasamos junto a Juan Luis Guerra.
Miami2014_1209_231120AA

22:30 (16:30): embarcamos en el Boeing 737-800 que nos llevará a Cali. Es algo más pequeño que el 767-300, pero igual de cutre. Al rato el piloto nos indica que hay una pequeña fisura en el fuselaje y que nos retrasaremos un poco mientras los técnicos del aeropuerto la revisan. Que no es grave, dice.

23:12 (17:12): el piloto nos indica que la revisión sigue su curso, que los técnicos tienen que estudiar el historial del avión para comprobar que el problema no sea recurrente. En 20 minutos estaremos volando, asegura. La bolsa de cacahuetes se echa a temblar.

00:07 (18:07): el Boeing 737-800 de American Airlines con destino Cali despega del aeropuerto de Miami. Durante la maniobra la mitad del pasaje no puede dejar de pensar en la fisura.

sí, esto es una cena...01:20 (19:20): nos dan la cena/desayuno/aperitivo. A elegir entre sándwich de fiambre y ensalada. Le decimos al azafato que si nos puede dar las dos cosas, que tenemos hambre, que llevamos veinte horas despiertos… el tipo debe ser un replicante, porque no suelta ni una lágrima y, por supuesto, no nos da más que las raciones estipuladas. Las devoramos en un abrir y cerrar de ojos.


03:55 (21:55): aterrizamos en el aeropuerto de Cali. Salimos del avión, recogemos el equipaje y salimos a la cálida noche caleña. Saludamos a Sebastián (hermano de Juliana) y Angélica (cuñada de Juliana) que han venido desde Pereira a recogernos. Me fumo el segundo cigarrillo del día… o el primero del día siguiente, ya no sé.

05:00 (23:00): se cumplen 24 horas desde que nos levantamos. Estamos en la Carretera Panamericana, adelantando tráileres de varios vagones cargados de caña de azúcar.

06:15 (00:15): llegamos a la casa de Amparo (madre de Juliana) en Pereira. Este será nuestro centro de operaciones durante los próximos 35 días.

08:00 (02:00): nos acostamos. Me he lavado los dientes tres veces y la boca me sigue sabiendo a cacahuete. Me duermo con la firme promesa de no volver a volar con American Airlines (salvo que sea muy barato, claro).

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