Remando por el Mosoni Duna - día dos: 20 Km.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Hoy hemos desayunado huevos revueltos. He estado colaborando en la tarea de abrir los huevos junto con Irena y un guía cuyo nombre no recuerdo. Creo que había 6 cajas de 30, sin exagerar. En la foto de abajo tenéis la prueba.

así se hacen huevos revueltos para 46 personasruta del día

Hemos hecho un pequeño detour para visitar Mosonmagyaróvár. Pero en vez de ir andando desde el camping, como las personas normales, hemos ido en canoa subiendo, contra corriente, un estrecho canal sombreado por sauces y otros arboles que nos ha llevado hasta el centro del pueblo. He aprovechado para comprar una toalla pequeña (1€) para envolver y proteger la cámara de fotos, que no sé como se había humedecido un poco en el trayecto. Nos hemos tomado un helado fabuloso (a 50 céntimos la bola) y hemos vuelto a las canoas.

parada para almorzar en una "presa" En este detour Jack ha venido en nuestra canoa ya que el guía que habitualmente conduce el coche ha sido el navegante de la canoa que Jack dirige normalmente. Si bien es cierto que con cuatro se navega algo más rápido también es verdad que mantener el equilibrio de la canoa es más complicado. Y es más fácil perder la sincronización de los remos. Jack es un canadiense de origen chino que escribe historias vagamente basadas en la realidad sobre cada uno de nosotros en una moleskine de El Principito. Una de esas personas que inevitablemente te tienen que caer bien. Además Jack ha sido el único (bueno, junto con sus tres compañeros de canoa) que volcó ayer, lo cual es algo que siempre da mucha risa. Así que compartir canoa con él es un placer.

típico almuerzobajando el río en manada

El caso es que después de des-recorrer el canal y regresar al Mosoni Duna nuestra barca y la que habitualmente dirige Jack tuvimos que volver, rio arriba, al camping para que el guía cogiera el coche y Jack regresara a su canoa. Mientras, los demás esperaban en la sombra agarrados a los juncos de la orilla. Y Ian, Katie y yo nos quedamos solos otra vez.

Katie IanDani (o sea, yo)

Katie y la casa-árbol La siguiente parada, forzada, ha sido a eso de las 14:30 para salvar una especie de presa en la que había que salir del agua y recorrer una distancia de 10 o 15 metros con las canoas a pulso. Aprovechamos para comer allí (pan, pimientos, tomate, embutido, cebolla, queso, nutella y mermelada). Después de descansar un rato seguimos navegando un rato más, pero pronto llegamos a una zona donde el río se ensancha bastante. Habitualmente navegamos en fila india (salvo cuando estamos adelantando a alguien, claro) con distancias que varían entre los 5 y 30 metros entre canoa y canoa, con las curvas del rio a veces parece que nuestra canoa se ha quedado sola en el mundo. Decía que en este punto, Zsolt, nuestro líder, nos ha hecho juntarnos y unir las 12 canoas en paralelo. De esa guisa hemos bajado un buen rato, arrastrados por la corriente y nadando entre las canoas. Un rato muy agradable. No mucho después de reemprender la marcha hemos llegado a nuestro campamento de hoy (sobre las 16:45). Es una isla con arboles, una caravana vieja, una cabaña de madera con porche, un techado de cañizo con dos mesas, una red de voleibol, un baño tipo película del Oeste, una casa-árbol con su bandera pirata, un columpio y una bomba manual de agua. La cabaña y la caravana están cerradas, pero el resto es todo nuestro.

el campamento en la isla

La rutina habitual: montar las tiendas, socializar, cenar (hoy había una sopa espesa de judías,como fabada pero con pimentón), tocar la guitarra, beber… con la ventaja añadida de que mañana es día de descanso en la isla y no hay que madrugar. Así que prácticamente todo el mundo ha aguantado hasta un poco más tarde de lo habitual.cenando en la islafuego de campamento en la isla

1 comentario:

Joe dijo...

Esto va mejorando,casi tengo agujetas de remar contigo.
Parece que la aventura os está saliendo estupendamente, y nosotros la disfrutamos con tus narraciones ( aunque sean "enlatadas".¡Sigue chaval!.
Joe

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