Eger-Baia Mare

Otra vez a la carretera. O, mejor dicho, a las vías. A las 10 de la mañana estaba en un bar cercano a la estación de Eger con mi billete para Debrecen en el bolsillo (8€). Parece que los fines de semana no venden billetes internacionales allí, así que el billete a Baia Mare lo tendría que comprar en Debrecen. He cogido el tren para Füzesabony a las 11:34, allí he cogido el de Debrecen a las 12:22. A las 14:30 he llegado a Debrecen, he comprado el billete para Baia Mare sin mayores problemas (13,30€) y me he provisto de vituallas para el camino. El tren ha salido puntualmente a las 15:12. Por primera vez en este viaje he tenido que pasar control de pasaportes (y van seis cruces de frontera). Tanto en el lado húngaro como en el rumano han subido policías al tren revisando la documentación, a ambos les he enseñado el DNI y ha colado perfectamente. Como el tren iba casi vacio (en mi vagón había seis compartimentos para tres personas) ambos trámites han sido bastante rápidos.

El paisaje en Rumanía es ligeramente diferente al húngaro. Al menos esta parte del país parece bastante pobre; multitud de edificaciones derruidas, segadores usando guadañas, carros de caballos… La llegada a Baia Mare estaba prevista para las 21:30, pero hemos llegado a las 20:30. Así que he ido yo tan contento pensado que había ganado una hora hasta que, bastante más tarde, me he dado cuenta de que Rumanía se encuentra en otro uso horario (GMT+02:00). Esto me pasa por viajar sin guía, así a lo loco.

He caminado los casi tres kilómetros que hay desde la estación hasta una pensión que había localizado en google sin perderme y sin ver ningún hito “cultural-artístico-turístico” digno de mención. Tras pasar el día sentado el paseo me ha hecho bien, además hacía fresquito. Por el camino he ido fichando mentalmente otros hoteles-alternativa. Pero no ha sido necesario, en la pensión tenían una habitación libre. Lo malo es que no era la básica, sino una doble, y me ha costado 30€. Lo bueno es que incluye desayuno y tengo una manta tigre que prefiero que veáis con vuestros propios ojos.