Poprad-Kosice-Eger

jueves, 19 de agosto de 2010

Anoche me acerqué al famoso Aquacity de Poprad con Paul, compañero de habitación. Paul es uno de esos australianos simpáticos y relajados con los que uno está a gusto. La intención era ver las piscinas o algo de las instalaciones, pero si no pagas la entrada no se ve nada. Así que nos quedamos en el bar tomando una cervecilla. Cuando volvimos al hostal todo el mundo dormía, daba la sensación de que era muy tarde, pero no habían dado las doce aún.

palacio de Jakab, Kosice Esta mañana he cogido el tren a Kosice (5,10€, 10:47-12:15). Como dije ayer, mi intención era enlazar allí con algo que me llevara hasta Eger. Lo único que he podido encontrar es un tren que salía a las 18:06 de la tarde. No es perfecto, pero me ha dado la oportunidad de visitar Kosice. Y ha merecido la pena. Kosice, con 235.000 habitantes, es la segunda ciudad más grande de Eslovaquia. Sin embargo el centro histórico es muy manejable y no hay demasiados turistas. La catedral de Santa Isabel es la catedral gótica más oriental de Europa y la más grande de Eslovaquia. Se terminó de construir en 1508. Como buen aficionado al gótico me he pasado un rato dentro admirando los vidrieras, columnas, arbotantes, frécalos y piticlines variados. También he paseado por la calle de los artesanos, llena de restaurantes, y he comido un menú de 3,50€ en un vegetariano (ya son dos días seguidos comiendo vegetales). La sensación general es que, si te pilla de paso, merece la pena dedicar medio día a pasear por Kosice.

teatro de Kosicecatedral de Santa Isabel, Kosicecatedral de Santa Isabel, KosiceKosice

tren Kosice-Eger Cuando regresaba a la estación a coger el tren a Eger me encontré con dos ex-compañeros de habitación en Poprad (un francés y un alemán) que iban a coger el mismo tren que yo. En el tren, y en el mismo vagón, nos encontramos con otros dos ex-compañeros (escoceses). Es decir, allí estaba toda la habitación de la noche anterior menos Paul… curiosísimo. Todos ellos iban hasta Budapest, y yo me bajaba en Füzesabony para coger allí el tren de Eger. Aquí no habla ingés mi el tató y me lié un poco con las conexiones. Al final tuve que coger un tren más de la cuenta. tren Kosice-Eger Llegué a Eger a las nueve y media y fui directamente a una pensión cuya dirección había memorizado. Una señora me abrió la puerta y me dijo que no había habitaciones libres así que seguí caminando por oscuras y semidesiertas calles, pasando hoteles de nivel alto sin tan siquiera pararme. Tras caminar un buen rato encontré un hotel de tres estrellas con buena pinta, pero no demasiado ostentoso, el hotel Aqua. Tenían habitaciones libres, 45 € con desayuno. Era tarde y la sensación que tenía era de que las pensiones iban a estar cerradas o “llenas” (ya sabéis, en plan “el barbudo este que llega de noche no se queda en mi hostal”). Mi espíritu jipi-perroflautico no da como para dormir en un parque, así que decidí quedarme en este acogedor lugar. La habitación está muy bien, con TV, internet… ¡Y bañera! Me he dado un baño ultra-reparador y, por qué no decirlo, ultra-merecido de media hora en el que he leído alrededor de 30 páginas del libro que me he traído: “Do Travel Writers Go to Hell?”. He visto el final del partido de Nadal en la tele y a dormir como un lirón en este pedazo de cama. Porque yo lo valgo.Hotel Aqua, Eger

Nota: en Hungría es más barato comprar billetes de tren de ida y vuelta (aunque no uses la vuelta). Por ejemplo, Kosice-Eger I/V me ha costado 14,56€, el billete solo de ida cuesta 16,50.

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