Budapest, 35º a la sombra

lunes, 2 de agosto de 2010

Lo de hoy ha sido una paliza bastante seria. No ha llegado al grado de “épica” porque ha empezado un poco tarde. Judit se ha ido a trabajar muy temprano y yo me he levantado a las 8:30. He pasado la mañana con Marti, la amiga de Judit. Hemos salido de casa tarde y, una vez en el centro, nos hemos sentado en una terraza a tomar un café y ver pasar la vida. Marti vive en Londres, pero ahora está pasando unos meses con sus padres. El problema es que viven en un pueblo pequeño y aburrido, así que cuando puede se viene a Budapest a pasar los fines de semana en casa de Judit. A eso de las doce se ha ido a coger el tren de vuelta al pueblo y yo he comenzado a caminar.Puesto de souvenirs en el Mercado Central de Budapest

Puesto de suvenires en el Mercado Central de Budapest

 

 

 

 

 

Mercado Central de Budapest Un sol de justicia caía sobre el centro de Pest. Llevo mi crema solar en la mochila, pero decido esperar un poco más para ponérmela. La primera parada ha sido en el mercado central, que tiene un piso superior donde venden artesanía y cosas para turistas. El piso principal es como cualquier otro mercado: verdura, carne, pan, embutidos, conservas, pimentón y bolsitas de azafrán en muchos puestos. Es un mercado bastante grande, muy limpio y bien organizado. Decir que me ha gustado es innecesario, ¿Cuando no me ha gustado un mercado?

Danubio, Budapest

Puente Szabadság, Budapest El mercado está muy cerca del puente Szabadság, que por el lado de Buda llega justo a las faldas de la colina donde se encuentra la Ciudadela. Así que he cruzado y he ascendido la colina por el lado Sur. Todos los montañeros del mundo dicen que la cara Sur de esta colina es la más dura y traicionera. No puedo sino coincidir con ellos. ¡Vaya paliza! He pensado que podía ser un buen momento para ponerme algo de crema solar. Pero he decidido esperar un poco más. La subida se hace por un parque muy chulo con muchos árboles que apenas dejan resquicios por los que disfrutar de las vistas. Cuando he llegado arriba, donde hay un par de estatuas que conforman el Monumento de la Liberación, me he encontrado con familias enteras, personas mayores, niños… y yo era el único con la camiseta empapada en sudor… curioso. Claro, que al dar la vuelta al monumento he visto que hay autobuses que llegan hasta allí arriba. Llamadme clasista, pero creo que eso es trampa :) Las vistas sobre toda la ciudad -como se puede apreciar en las panorámicas que rodean este párrafo- son maravillosas y sin duda hacen que la subida merezca la pena.

Danubio, Budapest

He bajado por el lado Norte (o lado fácil, como le dicen los montañeros). Este camino también se hace por un parque, bastante mejor cuidado que el del otro lado. Antes de emprender la subida a la otra colina, donde está el famoso castillo de Buda, he hecho una parada técnica en un bar con wifi para subir la entrada de ayer, leer el correo y tomarme unas limonadas. Por cierto, ya tengo anfitriones en Ceske Budejovice (Chequia), una familia con dos niños pequeños que viven en una casita con jardín en las afueras del pueblo. Moooola. Al salir he pensado que quizás sería un buen momento para echarme crema solar, pero lo he dejado para más adelante.

Puente Erzsébet, BudapestPuente Széchenyi, Budapest

35º en BudapestLa colina del castillo es posiblemente el mayor atractivo turístico de Budapest, en un área muy pequeña se encuentra el castillo como tal, varios museos, casas decimonónicas que parecen medievales, la iglesia de Matías, el Bastión de los Pescadores…  Bueno, lo del Bastión de los Pescadores lo sé porque lo he leído, pero he sido incapaz de encontrarlo. Lo que más me ha gustado es la balconada que da al lado del Danubio, de piedra blanca y con muchos recovecos y frescas zonas de sombra. Esta colina es bastante más baja que la de la Ciudadela, pero al estar más “céntrica” las vistas sobre la ciudad y el río son más nítidas.

Budapest BudapestDanubio y Parlamento, BudapestBudapest

Y básicamente eso es todo. Después de comer algo y descansar un rato en un parque he quedado con Judit y nos hemos tomado un café antes de volver a casa a descansar. Para entonces ya no tenía sentido echarme crema solar. Anochecía y, total, ya estaba rojo como un tomate…

PD: por si alguien no lo sabe aún, en todas las fotos de todas las entradas de este blog (al menos casi todas) escribo un breve texto explicativo que se ve si dejas el ratón quieto sobre la imagen unos instantes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que castillo más bonito!! Podríamos celebrar la boda allí...
Por cierto, en una de las fotos estás como un pimiento morrón...Y luego se te pela la frente! Y vienen los lloros y los llantos...y no puede ser!
Sigue disfrutando Cu
Q

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