En Cracovia, buscando el Camp Nou

domingo, 15 de agosto de 2010

Lo primero es pedir perdón por el pésimo chiste del título. Ustedes disimulen la estupidez.

cementerio judio de CracoviaMe he pensado muy mucho lo de acercarme a Auswitch, pero al final me he rajado. En lugar de eso he cubierto un poco la historia judía de la ciudad. Para ello me he pegado una buena pateada. El día estaba nublado pero ya a primera hora hacía mucho calor, a lo “panza de burra”. He ido al barrio judío. Antes de la guerra Vivian aquí casi setenta mil y ahora parece ser que apenas hay un centenar de ellos. Durante la guerra los judíos fueron trasladados al gueto de Cracovia, y familias polacas desplazadas ocuparon las casas vacías. El barrio se ha convertido en una zona donde viven artistas y gente cool (ya sabéis, sushi bars y mercadillos de ropa de segunda mano). El cementerio judío es curioso (entrada 1,25€), sobre todo porque te obligan a ponerte una kipá (el gorrito judío). Si os fijáis bien podéis verlo en la foto de al lado. Si hubiera cogido uno de color lo veríais mejor, pero me ha dado vergüenza.

barrio judio de Cracoviaun caballero medieval transportando una piedra en el barrio judio de Cracoviabarrio judio de Cracoviasinagoga del cementerio judio de Cracovia

fabrica de Schindler, Cracovia He seguido caminando hasta la archifamosa fábrica de Oskar Schindler. Se encuentra al otro lado del río Vístula (Wisla), en una zona industrial en la que ahora se están construyendo edificios de apartamentos. Una vez allí he descubierto que para visitarla hay que reservar con un mínimo de tres días de antelación. Así que he fisgoneado lo que he podido desde la puerta y he emprendido el camino de regreso dando un rodeo para ver la iglesia de Santa Josefa, que también está en este lado del río.río Wesla desde el castillo de Cracovia

castillo de Cracovia De vuelta al lado Norte del río pretendía buscar un sitio para comer, pero sin querer me he metido en el castillo y ya he aprovechado par recorrerlo. Bueno, en realidad le he dado la vuelta. Las vistas sobre el río son bastante buenas, como podéis ver en las fotos. He encontrado un sitio para comer bastante local, donde el menú que podéis ver en la foto de abajo (sopa de champiñones, filete de cerdo con verduras y patatas fritas y una coca-cola) me ha costado 4 euros. ¡Y estaba bueno!

 

castillo de Cracoviamenú de 4 € en CracoviaCracovia

Cuando he regresado al hostal, a eso de las dos de la tarde, comenzaba a chispear. Al levantarme de la siesta la tormenta había tomado la ciudad así que me he tomado la tarde con calma. Ducha, escritura, lectura… En este intervalo han llegado mis compañeros de habitación, cuatro jóvenes (un chico y tres chicas) indonesios muy simpáticos.CracoviaCracovia

Sobre las cinco parecía que la lluvia era más soportable, así que he salido a dar un paseo y a informarme sobre los autobuses para Zakopane (durante todo el día cada 15-20 minutos, estupendo). He vuelto a pasar por el festival del pierogi, pero otra vez sin hambre, así que no he probado nada. Al final he comido en un fastfood oriental. La foto que hay encima de estas líneas a la izquierda es de la barbacana, del siglo XV. Es una de las tres que quedan en pie en Europa y, según dicen, la mejor conservada. La de la derecha es de uno de los tramos de muralla medieval que quedan en pie, me recuerda bastante a la de Tallin.

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