Termales de Santa Rosa de Cabal

domingo, 28 de diciembre de 2014

Este domingo ha amanecido soleado, tan soleado como casi todos los días que llevamos en Colombia. Así que hemos aprovechado para pasar la mañana en la piscina de la finca con las sobrinas de Juliana, en modo niñeros. Y, para terminar el día como empezó, hemos pasado la tarde-noche en los termales de Santa Rosa.

Termales de Santa Rosa de Cabal

En las afueras de Santa Rosa de Cabal, en un privilegiado escenario selvático de alta montaña, se encuentran estos termales. Desde la entrada (donde hay que pagar 32.000 pesos, unos 11 euros) se toma un camino que asciende junto al riachuelo, entre plantas exóticas y pájaros de todos los colores posibles. A mitad de camino hay una fuente en la que se indica que es “Agua de Vichy”, un agua que sale con soda de manera natural y que está excelente con un poco de limón… afortunadamente nuestros acompañantes Juancho y Leidy venían preparados con vasos de plástico y un limón para exprimir.

Termales de Santa Rosa de CabalTermales de Santa Rosa de Cabal

Termales de Santa Rosa de CabalTras completar la caminata (que no es de más de diez minutos) uno se enfrenta a una cascada que cae desde más de 100 metros de altura. A la derecha, junto al hotel, están las cuatro piscinas humeantes en las que decenas de personas se remojan. La gracia aquí consiste en meterse en una de las piscinas de agua caliente durante un rato y luego caminar hasta el pie de la cascada y refrescarse en el agua que cae. Y eso hacen muchos de los que aquí pasan el día, haciendo del camino una procesión de gente en bañador que va de un lugar al otro.

Termales de Santa Rosa de CabalTermales de Santa Rosa de Cabal

Termales de Santa Rosa de CabalY en esas estábamos cuando anocheció, y en esas estábamos cuando salió la luna. A  mi me sorprendió que el agua bajo la cascada no estuviera demasiado fría, así que le pregunté a un trabajador del lugar que me contó lo siguiente: resulta que el agua surge de la tierra, en lo alto, a 70º; así que al llegar abajo, aunque se ha refrescado, sigue estando templadita.

 

 

el perro radioactivo, en PereiraA eso de las nueve de la noche, como puros garbancitos en remojo, relajados y suavecitos, salimos de allí a probar otro de los atractivos culinarios colombianos: el perro radioactivo. Este es un perrito caliente callejero que se encuentra en muchas esquinas de todas las ciudades del país y que se conoce popularmente por ese nombre por su dudosa procedencia. Si uno no piensa mucho y se deja llevar, está delicioso.

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