Esta mañana Dalia ha ido a la estación de autobuses a recoger a Sergei, otro couchsurfer que va a dormir en su casa esta noche. Cuando han llegado nos hemos puesto en marcha hacia Neringa. Otra vez. Una vez el ferri nos ha dejado en el istmo hemos cogido el autobús hasta Juodkrantė (1,15 €). Es el mismo autobús que cogimos ayer para ir a Nida. En el istmo solo hay una carretera y con una línea de autobuses es más que suficiente.
Juodkrantė es una población muy parecida a Nida, que ya describí por encima ayer, y baste con eso. Lo más relevante de esta población es la colina de las brujas. Una colina con una senda forestal a lo largo de la cual hay docenas y docenas de esculturas de madera representando a personajes mitológicos lituanos y de otras culturas. Hay dos que representan a San Jorge luchando con el dragón, bancos tallados con formas de cocodrilos, incluso algunas con partes móviles (como el columpio de la foto). A mi me ha parecido bastante impresionante, quizás por eso hoy he puesto más fotos de lo habitual en la galería (ya sabéis, el enlace que hay arriba a la derecha en esta página). Y, por si hay dudas, la entrada es gratuita.
Cuando hemos terminado el recorrido y regresado al centro de Juodkrantė hemos dado un paseo hasta la playa (Que aquí está a dos kilómetros del pueblo, también atravesando bosque).
Dalia y yo nos hemos quedado en un bar viendo la final del campeonato de baloncesto de los Juegos Olímpicos (EEUU - España: 107 - 100) y Sergei, no muy interesado en el deporte, ha regresado a Klaipėda. Me he sentido un poco como en casa al ver que los lituanos que había en el bar apoyaban a España como si fueran de Getafe (por decir un sitio al azar). Una pena que, una vez más, no haya podido ser.
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