El Monte Serrado, la montaña más conocida de Cataluña, se encuentra a 50 kilómetros de Barcelona. Es un macizo rocoso bastante singular en el que hace ya mucho tiempo alguien se encontró una talla de la Virgen María y se construyó un monasterio que hoy día es famoso en el mundo entero… podría poner fechas, nombre y datos, pero todos sabemos buscar en el google, ¿No?.
Este puente han estado aquí mis padres de visita (aprovecho para saludar: ¡Hola, mamá!). Hoy teníamos planeado subir a Montserrat y, aunque la predicción meteorológica decía que iba a llover, nos hemos lanzado a la aventura.
Desde la estación de Plaza de España hay dos “paquetes” posibles de subida, con Aeri (teleférico) o tren cremallera, ambos medios de transporte llevan hasta el monasterio. Además se puede añadir al paquete el uso de los dos funiculares que salen desde el monasterio para la Santa Cova y Sant Joan.
Nosotros hemos cogido el pack completo con tren cremallera. En apenas hora y media de tren estábamos en el monasterio. Personalmente me ha parecido bastante feo, sobre todo por fuera. Lo que si me ha gustado mucho es la montaña en sí y las vistas: pirineos, mediterráneo... Además hemos tenido la suerte de que la predicción meteorológica ha sido desacertada y hemos tenido un buen día. Así que hemos podido pasear un poco y hemos llegado las ermitas de Sant Joan y San Onofre. Tampoco íbamos con la intención ni preparación para hacer caminatas muy complejas (eso lo dejaremos para la próxima).
Y ya está. Más información en las fotos que acompañan a estas líneas y en las que podéis encontrar en la galería
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