Hoy he sido el rey del transporte público de Bangkok. He cogido dos barco-bus, dos metros y un skytrain. Y todo eso para ir (y volver, claro) a un solo sitio. Creo que se puede hacer más sencillo, pero ya sabéis que me gusta el barco-bus y que quería probar el skytrain.
Guillermo se ha ido por su lado a gestionar unas cuestiones y yo me he ido a ver “IT City” el centro comercial dedicado, como su propio nombre indica, a la tecnología. Es un edificio de cuatro plantas en en que hay cientos de tiendas -bastante cutres en general, en plan mercadillo- de móviles, cámaras, ordenadores, MP3, software pirateado, discos pirateados, libros falsificados… todo, todo, todo. Si esperas ver un espacio chulo con las últimas novedades y stands de diseño mejor busca en otro sitio. Este lugar va a lo práctico, venden lo que la gente compra y tienen (casi) todo lo que uno pueda necesitar a buenos precios (aunque parece que en electrónica no hay mucha diferencia de precios con España). El viaje ha merecido la pena porque no solo he visto y toqueteado muchos cacharros (hasta un par de guitarras acústicas en una tienda de música), sino que además he estado en un TESCO, con sus maravillosos “values” y su gran surtido (aquí no tan grande como en Londres, la verdad) de comidas precocinadas… menos mal que no tengo microondas :-)
En el camino de vuelta, entre el metro y el skytrain, he estado un rato en el parque Lumpini donde he visto un caimán nadando tranquilamente por el lago. La verdad es que el parque es bonito y da la sensación de que tiene una fauna interesante, pero el calor me hizo darme la vuelta y seguir camino a casa.
Y eso es todo por hoy, amigos. La cuenta atrás del viaje está en marcha, me quedan 3 días en Bangkok :-(
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