Nimes, Francia

jueves, 1 de agosto de 2013

(Que aquí lo llaman Nim, no te lo pierdas)

Para llegar a Nimes desde Narbona no he encontrando transporte “alternativo” y he tenido que coger el tren (23,60€). Al llegar he cogido un plano en la estación y he caminado al punto de encuentro con mi anfitrión. Greg es un tipo enjuto y nervioso. Habla español con un curioso acento entre francés y argentino. Hay que prestar mucha atención para entenderle porque habla muy rápido y se inventa palabras (o sea, españoliza palabras francesas). Greg vive en el mismo corazón de Nimes, en un edificio (seguramente) medieval con patios irregulares, arcadas muy bajas y escaleras que me recuerda un poco a la casa de Brian en La Vida de Brian. La casa de Greg es muy pequeña, pero acogedora… y estoy pensando que lo mejor es poner un par de fotos para que os hagáis una idea (abajo).

casa de Greg, Nimescasa de Greg, Nimes

En Nimes, además de la casa de Greg, hay otras atracciones que hacen que merezca la pena pasar un par de días aquí (aunque la ruta turística estándar se puede hacer perfectamente en uno solo, con calma se disfruta más).

Arena de Nimes El centro histórico, de estrechas calles serpenteantes y plagado de plazas con terrazas y fuentes, merece un paseo sosegado. Allí mismo están dos de las edificaciones romanas que hay “en buen estado” en Nimes. La primera es la famosa Arena de Nimes, el anfiteatro romano mejor conservado del mundo. Está en buen estado porque ha sido usado por todas las civilizaciones posteriores y ahora se utiliza como plaza de toros y para dar conciertos (de hecho la primera vez que lo vi fue en un video de un concierto de Metallica). La segunda edificación es la Maison Carrée, un templo del estilo de la Acrópolis que se usa para proyectar una película en 3D que según Greg no merece la pena ver (y no es solo que me fie de él, es que no pensaba gastar 3€ en ver una peli de gladiadores). Justo al lado del templo está la nueva biblioteca/museo de arte contemporáneo de Nimes, Carre d’Art, diseñada por Norman Foster en 1993. Es un edificio que seguro apasiona a arquitectos y seguidores del famoso inglés. Se puede subir hasta la terraza desde donde hay una vista estupenda de la Maison Carrée.

Nimes

Pero para vistas las que hay desde la tercera edificación romana que queda en Nimes. La torre Magna está en lo alto de una colina que hay detrás de los decimonónicos y elegantes jardines de la Fontaine (donde, por cierto, hay otro templo romano, aunque bastante hecho polvo). La entrada a la torre cuesta 3€. En la base, dentro, hay unos carteles grandes con una breve explicación de la historia de la muralla. Para llegar al mirador hay que subir 148 escalones, desde arriba se ve Nimes entero. Merece la pena (y el esfuerzo).

Nimes desde la torre MagnaNimes desde la torre Magnala torre Magna, Nimes

cocodrilo de NimesEl cocodrilo de Nimes: en la época romana los oficiales de la triunfal campaña de Egipto  fueron recompensados con terrenos y “villas” en Nimes, y aunque no hay referencias de que se trajeran cocodrilos de verdad si que se trajeron, al menos, su imagen, que desde entonces es, junto con una palmera, el símbolo de Nimes.

 

 

Aquí he jugado mi primera partida de petanca desde que era niño. Pero esta vez de verdad, con reglas y puntuación “oficial”. Nos hemos juntado Greg (francés), su amigo belga, un inglés y yo. En Francia no hace falta ser viejo para jugar a la petanca, juega gente de todas las edades. Y la verdad es que es divertido… (la pareja anglo-española ha perdido 13-7 ante la franco-belga).

petanca en NimesArena de Nimes

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