Cēsis - Bauska

lunes, 20 de agosto de 2012

Hoy ha sido un día lleno de anécdotas, de todos los colores.

adiós, Cesis Como ha amanecido lloviendo, otra vez, he decidido no esperar más y dejar los paisajes maravillosos y las recreaciones de antiguas aldeas letonas para otra ocasión. He empaquetado las cosas y me he puesto en camino hacia Bauska, al Sur del país. He tenido que hacer escala de autobuses en Riga. Nada, veinte minutillos, lo justo para cambiar unos euros a lats y comprarme un sándwich para el camino. El bus Riga - Bauska de las 12:20 (3 €) iba lleno hasta los topes y he tenido que ir de pie en el pasillo. Al poco de salir de Riga un hombre se ha puesto enfermísimo, no podía respirar, y hemos parado en la carretera a esperar a que llegara una ambulancia (cuando ha llegado el hombre ya tenía mejor cara). Luego nos ha pillado un atasco bastante grande provocado por las obras que hay en la carretera. Al final hemos tardado casi dos horas en recorrer los 65 Km. que separan las dos poblaciones.

Bauskaalrededores de Bauska 

En Bauska me he dirigido a la oficina de turismo a ver si me podían ayudar con el alojamiento y me han mandado a un cercano hotel en el que parece que hay habitaciones libres. Cuando he llegado la puerta estaba cerrada y tenía un papel con un número de teléfono al que he llamado. Me ha respondido un chaval que, después de escuchar mis explicaciones, me ha dicho “un minuto” y ha colgado. A los 20 minutos he vuelto a llamar y una chica me ha explicado que tendría que esperar una hora para que llegara alguien. Inaudito. Afortunadamente hay otro hotel en el pueblo, y en este si había alguien. Así que allí me he quedado. El hotel Bauska (28,50 € la habitación individual) esta totalmente renovado, con un hall enorme con sofás de cuero y una barra con taburetes de diseño. Mi habitación es amplia y luminosa. Todo perfecto, salvo el agua caliente que es, a lo sumo, templada.

alrededores de Bauskapalacio de Mežotne

rio Lielupe He alquilado una bicicleta con la intención de visitar dos palacios que hay en las cercanías, a unos 11 kilómetros de Bauska y relativamente cerca uno del otro. La carretera para ir al primero era llana, con cultivos de trigo a los lados y un viento de frente-derecha que hacía bastante penoso el pedaleo. El primer palacio, el de Mežotne, es un edificio neoclásico rodeado de jardines ingleses muy bonitos, el rio Lielupe pasa al lado, en la orilla unos niños chapoteaban y los pájaros trinaban su dulce trinar desde los arboles que sombreaban tan bucólica escena. Según el mapa tenía que cruzar el rio y coger una carretera en dirección más o menos contraria a la que me ha traído hasta aquí. Y eso he hecho. Solo que en algún lugar he debido coger el cruce equivocado porque cuando he querido darme cuenta estaba pasando al lado de un cartel en el que ponía “Bauska 5,5 Km.” Así que me estaba alejando del palacio segundo. Entre el viento y mi estado de forma más bien tirando a bajo, decidí seguir hacia Bauska y dejar el palacio para otra ocasión. Es una pena porque, por las fotos, el palacio de Rundale parece bastante impresionante. Lo hizo el mismo arquitecto que construyó el palacio de Invierno de San Petersburgo, y se parece bastante a este, en forma y tamaño. Ahí es nada. Lo que no entiendo es porqué a alguien le dio por construir estos palacios aquí, en medio de ninguna parte. Misterios de la vida.

rio Lielupe

Y eso ha sido todo, al devolver la bici apenas me quedaban fuerzas para pararme a comer algo en un restaurante camino del hotel , sacar la estupenda foto de abajo desde la ventana de la habitación y echarme a dormir a pierna suelta.

alrededores de BauskaBauska

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