Entrando a España por el Norte

martes, 10 de septiembre de 2013

frontera francoespañola en HendayaEl regreso a España, como no podía ser de otro modo, lo hice por carretera. En Biarritz cogí un autobús que me llevó hasta San Sebastián, que sigue siendo tan impresionante como siempre. Hice el viaje con dos australianas que había conocido en el hostal de Biarritz y que desde San Sebastián cogerían un bus a Barcelona.
Tuve la tentación de recortar mi última semana de viaje y coger ese bus con ellas para regresar a casa. Pero mi periplo aun tenía dos escalas que no quería saltarme. Además las australianas estaban locas: todo su afán era llegar a Barcelona para irse de fiesta, conocer chicos y drogarse sin mesura.

Así que esperé al autobús que iba a Logroño por la tarde y tuve tiempo para asomarme a la playa de la Concha y sacarle unas fotos.

San Sebastián

En Logroño me quedé en casa de mis amigos María, Cesar y su hijo Pablo. A María y Cesar no les veía desde hacía demasiado tiempo, y a Pablete ni siquiera lo conocía. Así que esa escala no solo fue gastronómicamente interesante (¡Viva la calle del Laurel!), sino que sirvió para pasar unos días “poniéndome al día” con mis viejos amigos.
Y, de este modo tan tranquilo y familiar, el penúltimo eslabón del viaje quedaba engarzado en la cadena de las experiencias vividas.

Logroño LogroñoLogroñocopazo en Logroño

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿¿Y las australianas?? Exijo una entrada sobre sus aventuras :)

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