Bahía de Halong, día 1

sábado, 7 de febrero de 2009

Me he levantado a las siete, he desayunado y antes de las ocho el guía del crucero ha venido a buscarme al hostal. Coincidencias de la vida, mi compañero de penurias en el cruce de la frontera Laos-Vietnam (ver entrada Los piratas de Nameo), Miles y su amigo Carl se habían apuntado al mismo crucero. Éramos 5 franceses, 4 australianos, 2 belgas (de origen griego) e, increíblemente, 3 españoles. Dos hermanos de Navarra y yo. Un total de 14 personas, bastante razonable.

2009_0207_120350AA 2009_0207_122531AA

2009_0207_131331AA Hemos llegado a Halong City a las 12:00 y enseguida hemos subido a nuestro barco y nos hemos puesto en marcha. A las 12:30 nos han puesto la comida; una ensalada de pulpo, un pez a la plancha, unos rollitos de primavera, trozos de tortilla, verdura, cacahuetes… y mucho arroz. No es para echar cohetes (un plato de cada cosa para cada mesa, de 4 o 5 personas), pero es suficiente y estaba todo francamente bueno. Después de comer subimos a la cubierta, estábamos comenzando a pasar entre las famosas islas de la bahía de Halong. La bahía se encuentra en el Golfo de Tonkín, en el Mar de la China Meridional. Tiene 1.500 kilómetros cuadrados y más de 3.000 islas de piedra caliza, aunque la parte reconocida por la UNESCO como patrimonio de la humanidad (y con esta llevo cuatro patrimonios en menos de un mes) ocupa unos 500 kilómetros cuadrados y tiene 775 islas. Esta zona también está siendo una de las más votadas para la confección de la lista de “las siete maravillas del mundo natural”. Maravilloso espectáculo que no voy a describir porque para eso hay fotos aquí, en la galería y en el google. Lo increíble que es este sitio de por sí, unido a una ligera bruma, daban un ambiente onírico a la situación.

2009_0207_140105AB

2009_0207_134348AA Poco antes de la una y media hemos llegado a la Isla de las Maravillas, donde hemos visitado la cueva del Palacio Celestial. Es una cueva bastante interesante, muy parecida a la de Nerja, pero más pequeña y con una iluminación muy colorida que me ha gustado mucho… ¡Ah!, y con cientos de japoneses. En la isla hay más cuevas, pero esa es la más accesible, para las demás hay que subir muchas escaleras. De todos modos el guía nos ha dado unos minutos para asomarnos a la siguiente, así que he subido unos pocos tramos de escaleras más para ver otra cueva que parecía más grande que la anterior, aunque sin la coqueta iluminación :-) En total hemos estado alrededor de una hora en la isla.

2009_0207_134815AA2009_0207_135416AA2009_0207_145341AB

Hemos regresado a nuestro barco y hemos puesto rumbo hacia el sudeste, atravesando un tramo de bahía, para llegar hasta la zona de las canoas. Al lado de una isla hay varios embarcaderos flotantes en donde se encuentran las canoas. Cristian, el navarro, no quiso apuntarse. Así que compartí canoa con su hermana, Anabel. Estuvimos alrededor de una hora dando vueltas a islas, pasando por debajo de una de ellas por una cueva acuática y disfrutando del atardecer. Magnífico. Por cierto, hacía algo de fresco, por eso voy con chaqueta.

 2009_0207_151656AA2009_0207_171007AA2009_0207_171421AA2009_0207_172706AA

Los franceses llegaron los últimos y, para cuando el barco se puso en marcha de nuevo ya casi era la hora de cenar (18:30). La cena fue parecida a la comida y, tras finalizar, me subí a la cubierta superior. Estábamos en una de las dos zonas de atraque que hay en la bahía para que los barcos pasen la noche, a nuestro alrededor unos 30 barcos -aunque había bastante distancia entre unos y otros y no agobiaban. En unos minutos subieron los demás y estuvimos allí charlando hasta las nueve y media o así. Luego me fui a dormir con mi compañero de camarote, el otro viajero solitario del barco (francés).

2009_0207_180022AA2009_0207_193312AA

Notas:
1- En las zonas donde se reúnen varios barcos (donde las canoas, por ejemplo) hay mujeres en barquitas-quiosco vendiendo bebidas, patatas, frutas… es bastante pintoresco.
2- Todas las actividades del día estaban incluidas en el precio del crucero. Aquí solo cobran las bebidas, bastante caras por cierto. Y si traes bebidas de fuera -de las barquitas-quiosco, por ejemplo- te hacen pagar un “peaje”. Curioso, pero cierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario