Esto del AVE es una maravilla de la técnica. En apenas tres horas y media me ha llevado desde Madrid Atocha hasta Barcelona Sants. Y eso haciendo 4 paradas intermedias. El tren directo es aún más fugaz y tarda una hora menos… En realidad se viene a tardar lo mismo que en avión (contando con el translado al aeropuerto y los tiempos de espera) pero tiene dos ventajas indiscutibles; la primera es que dentro del tren tienes más facilidad de movimiento, puedes ir al bar (a reirte de los precios, claro) o pasear por los vagones. La segunda ventaja, mucho más importante, es que no tiene restricciones absurdas de equipaje, nadie te prohibe subir con agua, tijeras, cortauñas o, incluso, gasolina en un tren. Y puedes llevar todas las maletas que quieras, en el billete pone que puedes llevar un máximo de tres, pero hoy me he subido con CUATRO (maleta de ruedas grande, mochila de 70 litros, mochila “de mano” y guitarra) y ni siquiera me han mirado mal. Y todo por el módico precio de 54€ (gracias a otro gran invento, los billetes de última hora).
En definitiva, que ya he llegado a Barcelona. Y estoy preparado para todo. Mañana tengo una entrevista de trabajo y con un poco de suerte puedo estar perfectamente reenchufado en matrix antes de que termine el mes. Goodbye blue sky :’(
Nota: en detrimento del servicio de RENFE quiero remarcar que en el tren el aire acondicionado está graduado a una temperatura heladora.
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